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Al respecto, el jefe de la policía catalana, el comisario Josep Lluís Trapero, confirmó hoy en una entrevista al canal regional TV3 que en esa localidad costera fueron abatidos tres de los cuatro fugitivos en busca y captura.

Los fallecidos son tres jóvenes de origen marroquí residentes en Cataluña. Se trata de Mohamed Hychami, de 24 años, Said Aallaa, de 18 años, y Moussa Oukabir, de 17 años, quien hasta ahora era considerado el presunto autor del atropello masivo en La Rambla de Barcelona.

Sin embargo, Trapero precisó que “comienza a no ser posible que el conductor de la furgoneta de la Rambla sea uno de los abatidos en Cambrils” debido a la limitación temporal, por lo que se descartaría esa hipótesis.

Previamente, el comisario dijo en rueda de prensa que la policía catalana cree que los sospechosos preparaban diferentes tipos de ataques usando explosivos y garrafas de gas, pero que el estallido accidental de la vivienda les impidió cometer un "atentado de mayor alcance".

El Estado Islámico (EI) reivindicó de inmediato los más recientes atentados de la larga lista de los sufridos por Europa en los últimos años, y que constituyeron los primeros golpes del grupo islamista en España, uno de los países que participa de la coalición que bombardea al EI en sus bastiones de Siria e Irak.

En un primer ataque, 13 personas murieron y 120 resultaron heridas cuando una furgoneta blanca atropelló a una multitud de personas, en su mayoría visitantes extranjeros, que caminaban sobre la turística Rambla de Barcelona en una calurosa tarde de verano, en plena temporada alta turística.

Entre las victimas fatales figura una argentina con ciudadanía española, Silvina Alejandra Pereyra, de 40 años, que residía en Barcelona hace una década, según confirmaron fuentes oficiales argentinas.

Después del atentado en la Rambla, al caer la noche, un auto arrolló a varias personas en la ciudad balnearia de Cambrils, 130 kilómetros al sur de Barcelona, matando a una persona e hiriendo a otras seis.

En el interior del vehículo iban cinco personas que fueron muertas a tiros por la policía tras bajarse del auto.

Al encabezar en Barcelona un multitudinario homenaje a las víctimas de los atentados, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, declaró hoy que la lucha contar el extremismo islámico es un combate global y el principal desafío de Europa.

La policía informó que detuvo hoy a dos personas luego de arrestar ayer a otras dos, mientras que continúa la búsqueda de otros tres sospechosos identificados, entre ellos Younes Abouyaaqoub, un marroquí de 22 años asentado en Ripoll (provincia española de Gerona).

De los cuatro detenidos, tres son de origen marroquí y uno nacido en la ciudad española de Melilla, algunos de ellos con antecedentes por delitos comunes y de 21, 27, 28 y 34 años, respectivamente, informó Trapero.

Tres fueron arrestados en la ciudad de Ripoll, al norte de Barcelona, y otro en Alcanar, al sur de la capital catalana, donde estaba la casa que quedó destruida por la explosión el miércoles por la noche, en la que murió una persona.

La explosión de hace dos noches en la casa de Alcanar hizo que los agresores actuaran de forma "desesperada" para atentar en Barcelona con un atropellamiento masivo y posteriormente en Cambrils, dijo Trapero.

Los atacantes abatidos en Cambrils vestían chalecos explosivos falsos y en su auto se encontraron cuchillos y un hacha. Uno de ellos alcanzó a acuchillar a un civil en el rostro, agregó.

El ministro del Interior catalán, Joaquim Forn, dijo más temprano a una radio local que "no estamos hablando de un grupo de una o dos personas, sino más bien de un grupo numeroso".

En medio de medidas de seguridad reforzadas, Barcelona trató de seguir adelante con la reapertura al público de de su icónica Rambla y un minuto de silencio en homenaje a las víctimas encabezado por el rey Felipe VI y Rajoy ante decenas de miles de personas congregadas en Plaza Cataluña, la principal de la ciudad.

"No tengo miedo!, ¡No tengo miedo" (¡No tinc por!)", cantaba la multitud.
Pero el doble ataque sacudió a un país que no había sufrido un atentado islamista desde 2004, cuando militantes de la red Al Qaeda mataron a 192 personas en asaltos coordinados con explosivos en trenes de Madrid.

A diferencia de Francia, Suecia y Alemania, escenario en los últimos años o meses de diversos atentados con explosivos o vehículos que arrollaron a civiles, España se había mantenido a salvo en parte gracias a una ola de operativos de seguridad que permitieron el arresto de unos 200 presuntos yihadistas en años recientes.

Los muertos y heridos procedían de 34 países, una alta cifra de extranjeros que también se vio en ataques previos en Niza, París, Berlín y Londres.

El Servicio de Emergencia catalán informó hoy que 65 de los 126 heridos continuaban hospitalizados, 17 de ellos en estado crítico y 27 en estado grave.

La televisión pública española RTVE y otros medios locales afirmaron que uno de los detenidos en Barcelona es Driss Oukabir, francés de origen marroquí y hermano de Moussa, el atacante abatido en Cambrils. 

RTVE informó que Oukabir acudió a una comisaría ayer en Ripoll para denunciar que sus documentos habían sido robados. Los documentos fueron encontrados en la furgoneta blanca usada en el ataque, y Oukabir dijo a la policía que creía que se los había robado su hermano.