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19 de marzo de 2021

Marcelo Garrafo: "No sabíamos nada de lo que pasaba en el país"

El máximo goleador del seleccionado argentino de hockey sobre césped en el Mundial de Buenos Aires 1978 indicó que nadie sabía nada sobre los hechos de la última dictadura militar de 1978  "Estábamos muy metidos en el deporte y cero política", agregó.

Garrafo, uno de los integrantes del plantel nacional que disputó la Copa del Mundo 1978, de ArgentinaGarrafo, uno de los integrantes del plantel nacional que disputó la Copa del Mundo 1978, de Argentina
Marcelo Garrafo, aseguró que el plantel "no sabía nada" de lo que ocurría en el país durante la dictadura cívico militar y reconoció tener "los mejores recuerdos" del torneo ecuménico, disputado íntegramente en el Campo de Polo del barrio de Palermo.

"Nosotros no sabíamos, de ninguna manera sabíamos. Además estábamos muy metidos en el deporte. Cero política. Nadie sabía nada", afirmó Garrafo en declaraciones a Télam.

Garrafo -secretario de Deporte de la Nación durante la presidencia de Fernando De la Rúa- fue el máximo goleador nacional con seis conquistas en los ocho partidos que jugó Argentina en el torneo, con dos triunfos (2-1 a Irlanda en el debut y a Italia por 4-0), otros tantos empates (con Malasia por 1 a 1 y España sin goles) y cuatro derrotas (ante Países Bajos por 3-2; Pakistán por 7-0; India por 3-2 e Inglaterra por 3-1).

Garrafo ganó con el seleccionado argentino las medallas de oro en los Juegos Panamericanos de México 1975, Puerto Rico 1979 y Cuba 1991, y las de plata en los de Caracas 1983 e Indianápolis 1987. Además compitió en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, Seúl 1988 y Barcelona 1992.



-Télam: ¿El plantel argentino sabía lo que ocurría en el país durante la dictadura?

-Marcelo Garrafo: Nosotros no sabíamos nada. Cuando viajábamos al exterior, te sentabas en el avión con un mexicano o un europeo y enseguida te preguntaban y nosotros nos enojábamos. Porque decíamos 'esas son todas propagandas políticas del exterior', como que no era así. Una vez jugamos un partido en Holanda, creo que en 1979. Empatamos 5 a 5, que era como una gloria por haberle hecho cinco goles a Holanda. Cuando formamos, atrás nuestro aparecen con un cartel, todo en holandés, que no entendíamos un carajo. Lo único que entendíamos era el número 30 mil. Le pregunté a una chica, nuestra edecana, que sabía hablar castellano: "¿Qué dice ahí?". Y nos explicó que hablaba de los desaparecidos de la Argentina. Cuando nos enteramos en la previa del partido nos agarró una indignación y una bronca, una calentura bárbara porque cómo van a decir esa mentira. Atribuyo a ese plus de bronca que teníamos, previo al partido, que logramos un resultado que, para ese momento por lo que eran Holanda y Argentina, fue histórico. Pero de ninguna manera sabíamos. Además estábamos muy metidos en el deporte. Cero política. Una de las maneras de saberlo era que algún familiar hubiese desaparecido o que hubiese tenido un episodio de ese estilo. Evidentemente, no fue así. Nadie sabia nada, nos indignaba la propaganda política en contra entre comillas.


Garrafo fue el máximo goleador de la Argentina en el Mundial de Buenos Aires 1978 Garrafo fue el máximo goleador de la Argentina en el Mundial de Buenos Aires 1978


-T: ¿Alguna autoridad del Gobierno visitó al plantel durante el certamen?

-MG: No.



-T: ¿Supo que Hans Jorritsma, integrante del seleccionado neerlandés subcampeón en el Mundial 78, se negó a recibir su medalla de manos del dictador Jorge Rafael Videla por rechazo al régimen? ¿Qué detalles puede aportar sobre él, qué tipo de jugador era?







-MG: No, no sabía que no había recibido la medalla. Sí supe que después fue entrenador de fútbol en Sudáfrica 2010. Era un jugador muy rústico, alto, espigado, marcador, muy perro de presa, no era un talento pero era un jugador rendidor en su función.



-T: ¿Después de la finalización del Mundial tampoco se enteraron del episodio de Jorritsma?

-MG: Nosotros no tuvimos contacto con ellos.



-T: Roberto Colaneri, presidente de la Asociación Amateur Argentina, le dijo a Télam que las exigencias para hacer el mundial en el campo de polo fueron muchísimas. Y estimó que se lo tomó como un ensayo del mundial de fútbol que se disputó unos meses después. ¿Analiza como válida esa apreciación?

-MG: Lo que puedo decir del Mundial es que tengo los mejores recuerdos. La cancha de polo es un escenario formidable, hermoso. Había canchas dispersas por los dos campos de polo. Fue un mundial inolvidable desde ese punto de vista. Yo tenía 18 años y fue mi primera aparición pública. Cuando llegábamos al campo, la gente nos esperaba cuando bajábamos del micro. Sensaciones y recuerdos muy gratos. Íbamos a entrenar e ingresábamos por la puerta de atrás, con mucha rigurosidad pero nosotros éramos jugadores. No participábamos de la gestión de la organización.

La columna de Jorritsma: "Me siento impotente, la tristeza se apodera de mí"


por Julio Boccalatte y Marcos González Cezer

Hans Jorritsma, integrante del seleccionado neerlandés de hockey sobre césped subcampeón en el Mundial en Argentina 1978, protagonizó dos episodios resonantes en su visita a Buenos Aires: se negó a recibir su medalla de plata de manos del dictador Jorge Rafael Videla en la ceremonia de premiación, por rechazo al régimen, y visitó la tradicional ronda de los jueves las Madres de Plaza de Mayo, de las que escribió para un medio de su país.

"Estamos en la plaza a las tres y cuarto. Los primeros signos: pequeños grupos de mujeres ya están parados aquí y allá, otras se acercan, muchas se besan en la mejilla al saludar. Después de algunas dudas (manteniéndome en un segundo plano o tratando de iniciar algunas conversaciones) me acerco a un grupo", escribió Jorritsma para Vrij Nederland. Lo había acompañado su compañero Piet Gunning, quien le contó a Télam que sacó las fotos que ilustraron la nota.

"El intérprete se turna para preguntarles a las mujeres cuántos niños han estado desaparecidos, cuánto tiempo, cuántas veces han intentado que el Ejecutivo reconozca que su hijo está cautivo. Hasta la fecha todavía sin resultado. Hay llanto. Las mujeres me reciben. Algunas de ellas agarran mi antebrazo durante su historia. Me siento impotente. La tristeza se apodera de mí", continuó.

"A las cuatro menos cuarto un par de mujeres me dejan claro con gestos minuciosos que tengo que esconder mi cámara rápidamente. ¡Policía! Tres coches de policía aparecen detrás de mí. Frente a mí, dos más entran en la plaza. Tres policías, dos de ellos equipados con carabinas, rompen el paso silencioso y piden a las mujeres que desalojen la plaza", describió Jorritsma.

El periodista y escritor Ulises Gorini relató en su libro La Rebelión de las Madres: "Jorritsma fue a la Plaza de Mayo para presenciar una de las marchas. En el anonimato total, hasta se había sacado una foto con ellas, que luego fue publicada en un artículo periodístico en su país. Cuando se enteraron, las Madres le escribieron una carta, sin saber el nombre del deportista, que enviaron al diario holandés en donde salió la nota".

La carta de las Madres decía lo siguiente: "Querido Deportista. Estimado jugador de Hockey, este grupo de mujeres argentinas, madres de jóvenes que hoy, cientos de ellos, viven hacinados en los campos de concentración y también de los que cayeron para siempre, víctimas de la represión más cruel que pudiéramos imaginar, queremos testimoniar a Ud. el gesto de hacer conocer en su país el doloroso momento que estamos viviendo, reconociendo que Holanda es un pueblo sensible, que vivió con verdadera intensidad nuestra tristeza".

"Deseamos llegar a los hijos jóvenes de esa tierra con nuestro corazón, rogando a Dios les conserve la hermosa libertad que Uds. tienen, no olvidando a estos hermanos que tan dolorosamente la perdieron. Las Madres Argentinas claman Justicia y Paz para sus hijos, AYUDENNOS A LOGRARLO. GRACIAS".

Según Gorini, la visita de Jorritsma "hizo que las Madres comprendieran que, si bien no podían neutralizar la propaganda que haría la dictadura con el Mundial, sí podrían aprovechar la presencia periodística para difundir su reclamo con mayor fuerza y romper la censura que, en el país, ahogaba su grito".

El periodista neerlandés Poul Annema, que cubrió los mundiales de 1978 de hockey y fútbol en la Argentina para el periódico Het Parool, le explicó a Télam: "Jorritsma cumplió su palabra, después de que Holanda perdió la final ante Pakistán, no se presentó a la entrega de medallas de Videla, por convicción y protesta contra el régimen".

"Su decisión recibió mucha atención en los Países Bajos, y el presidente de la Asociación Holandesa de Hockey, Sjoerd Bouma, criticó el desempeño del jugador y dijo que a Jorritsma nunca se le debería permitir ocupar un puesto en el hockey holandés nuevamente. Sin embargo, ocho años después, fue nombrado entrenador en jefe del equipo masculino", finalizó Annema.

Después del Mundial de Buenos Aires 1978, Jorritsma no jugó más en el seleccionado de su país, al que sí dirigió años más tarde y con el que conquistó el torneo ecuménico de 1990. Luego fue el entrenador de Pakistán, con el que salió campeón mundial en 1994, y posteriormente, en 1996, se incorporó a la federación de fútbol de Países Bajos, en la que trabajó hasta 2017.

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